El carisma siempre relacionado a emitir simpatía, crear compañerismo y lograr empatía en la vida personal, también juega un rol fundamental en el ámbito empresarial.
De esto depende el trato con los clientes, proveedores, trabajadores y demás personas implicadas en el mundo empresarial. Pero también del éxito en la implementación de estrategias de venta y en el marketing.
Y esto va de la mano con el éxito de los proyectos, surgidos de ideas aisladas pero concretables, siempre y cuando se sepan no sólo implementar sino también informar en detalle, con el fin de involucrar al público que se desea cautivar.
Cómo conseguir que los demás escuchen tus ideas
A todos nos pasa, constantemente surgen en la cabeza posibles soluciones a problemas cotidianos, que vemos, sentimos, y a veces sufrimos. Pero una cosa es imaginar una solución y otra muy diferente es transformarla en un recurso real que resuelva las verdaderas necesidades de las personas.
Paso a paso
- Empatizá
Lo primero en lo que deberás centrarte es en identificar a tu público objetivo, el nicho de mercado al que te querés dirigir, y tratar de definir la principal necesidad de tu potencial cliente.
- Definí tu idea
Antes de decidirte por el que será tu proyecto, pensá en muchas ideas y no te obsesiones con una de ellas, ya que probablemente irá cambiando y evolucionando.
Por lo tanto, no te limites y dejá fluir tu creatividad sin descartar nada.
Decidirte por alguna idea en particular, implicará renunciar a otras. Para definirte, usá un criterio razonable y objetivo y, antes de la decisión final, asegurate de que tu idea cumpla estas 3 características:
- Resuelva un problema en específico para un tipo de cliente en concreto.
- Tenga un beneficio claro.
- Se enfoque en un mercado amplio.
- Validá tu idea
Una vez que hayas seleccionado y definido tu idea, tendrás que investigar y aprender aún más sobre ella para entender si realmente es realizable y funcional.
Para validarla:
- Buscá y estudiá lo más que puedas sobre esa temática.
- Participá en todos los eventos donde puedas interactuar con emprendedores que estén desarrollando ideas o proyectos similares al tuyo.
- Investigá opciones de financiación, costos y opciones legales.
- Estudiá a tu posible competencia.
- Creá un discurso tipo que puedas repetir una y otra vez sobre tu idea para mostrar sus beneficios y cautivar al público sin titubeos.
- Incluí en tu discurso casos de fracasos relacionados con iniciativas similares a tu idea, para poner blanco sobre negro en tu propuesta.
- Creá un primer prototipo
Pasar de la teoría a la práctica es siempre un reto y una necesidad. Sin algo tangible y experimentable, los usuarios no pueden hacerse una idea real de lo que les estás ofreciendo.
A la vez, el prototipo es fundamental para empezar a ver el funcionamiento y remendar posibles fallas en la práctica.
En definitiva, los prototipos se construyen para aprender, resolver dudas sobre su uso, y rectificar en caso de ser necesario.
- Probá y repetí el proceso
Una vez que ya tengas uno o varios prototipos de tu idea, es hora de probarlos con usuarios reales. Esto te ayudará a mejorarlos y a aprender más de esos usuarios.
Es importante que tu público objetivo lo use, lo pruebe y, sobre todo, opine. Las pruebas piloto son la antesala del despegue hacia el mercado de un producto.
Con el resultado en la mano, serás capaz de conseguir hasta patrocinadores, y hacer de tu idea un imperio.
Soñá en grande y pensá en grande, empatizá con las necesidades de los demás y validá tu idea de negocio.